LA OFENSIVA DE LA GREYSTAR OBLIGA A DEFENDER EL AGUA QUE NOS DA EL PÁRAMO DE SANTURBÁN

27.11.2010 22:04

 Roberto Schmalbach Cruz, Diputado Asamblea de Santander, Bucaramanga, noviembre 21 de 2010

La descomunal campaña propagandística que viene adelantando la Greystar para que le permitan desarrollar el proyecto de minería a cielo abierto del páramo de Santurbán no tiene antecedentes en la historia de Santander, situación que genera más desconfianza que confianza en sus aseveraciones.

En los últimos días la Greystar ha hecho circular en cada residencia del área metropolitana de Bucaramanga una multitud de folletos, avisos propagandísticos y en los medios de comunicación cuñas radiales y televisivas llenas de falsedades que en esta columna me propongo desenmascarar una por una porque la situación hoy o mañana con otra empresa que pretenda hacer lo mismo es de tal gravedad que requiere de desmentir uno a uno sus enunciados.

Según la Greystar, el proyecto de explotación minera a cielo abierto produce "cero contaminación" y la verdad es que en todo el mundo no hay una sola actividad minera y mucho menos a cielo abierto que se haya realizado con cero contaminación ¿Será posible que sea la compañía en mención la primera empresa minera en la historia de la humanidad que no contamine en la explotación? ¿Comprometerán todos sus recursos económicos y los de sus accionistas para asegurar que no contaminen?

"Restablecimiento de las condiciones naturales del páramo". Está comprobado científica, ecológica, social, económica y por todas las disciplinas que estudian impactos ambientales, que en la explotación de recursos naturales no renovables nunca se restablecerán las condiciones naturales en las que se hallaba antes de la explotación. Tomando como ejemplo los incendios forestales en los cerros orientales de Bogotá que ocurren en cada verano, los daños causados por esos incendios serán de alguna forma reparados en aproximadamente 150 años según los cálculos más optimistas y en esos accidentes ambientales no hay remoción de tierras ni agentes químicos como en la minería que son los grandes responsables del deterioro ambiental irreversible.

"Ni por accidente será contaminada el agua que llega al acueducto". Luego del accidente en el Golfo de México por parte de la BP, que es una de las petroleras más grandes del mundo y de accidentes como los de la Nasa, el Concorde, Chernobyl y el Exxon Valdez, está demostrado que los accidentes son una condición humana ¿Será la Greystar la única empresa en el mundo que no es susceptible a los accidentes?

"Que cuentan con el conocimiento y la experiencia para desarrollar este proyecto". La Greystar es una empresa junior y que lo que desarrolla son prospectos exploratorios y nunca ha ejecutado un proyecto de explotación en minería y por lo tanto el de cielo abierto en el páramo de Santurbán sería su primera experiencia ¿Es creíble que tengan la idoneidad en un proyecto tan delicado como este?

"Que el embalse del acueducto de Bucaramanga se surtirá del río Tona". Esta es la más grave de todas sus falsedades, porque es sabido por los directivos del acueducto de Bucaramanga, la dirección de la Corporación de la Defensa de la Meseta de Bocamanga, la ministra de Vivienda y Medio Ambiente y la propia Greystar, que el acueducto metropolitano se surte de los ríos Tona y Suratá y que éste último es tributado por quebradas que nacen donde está el proyecto Angostura en el páramo de Santurbán ¿Qué pretende la compañía con este subterfugio?

"Que es una empresa con corazón santandereano". Es bueno que los de la Greystar sepan que los santandereanos no tenemos un corazón envenenado por el brillo del oro de Santurbán, ni por el cianuro que se usa para extraerlo, ni cambiamos el agua por el oro y la plata.

Fueron seis falsedades que ponen en evidencia que la Greystar no está obrando con claridad en un debate que exige la mayor honestidad por encima de ganarse uno o miles de millones de dólares cuando de lo que se trata son las condiciones y la propia vida de los habitantes del páramo, los del área metropolitana y los que viven en la cuenca del río Suratá y sus afluentes.

Defendamos el páramo de Santurbán porque es la fuente del agua que nos da la vida.